Lo que pasa con The Last of Us es realmente algo digno de estudio pues es quizás una de las series de videojuegos más controversiales de los últimos años. A pesar de comenzar su vida como un tremendo éxito para PlayStation y ganarse millones de fans en sus primeros años, poco a poco pasó de ser uno de los títulos más amados de la historia a uno de los más odiados.
Ahora que vuelve a estar en el foco de la cultura pop gracias a la segunda temporada de su adaptación vamos a hablar de cómo lo que podía ser una propiedad intelectual ganadora ya se quedó estancada y explotada a más no poder.
En 2013 The Last of Us llegó para convertirse en todo un ejemplo de lo que pueden lograr los videojuegos
Volvamos en el tiempo a aquel maravilloso año de 2013 cuando probamos por primera vez The Last of Us. Un título post apocalíptico que se atrevió a hacer cosas bastante diferentes. Para comenzar no sólo se centró en los protagonistas combatiendo distintos tipos de infectados, también nos dejó ver que incluso los mismos seres humanos podían dejar atrás lo civilizado para convertirse en violentos salvajes con tal de sobrevivir.
Además de esto, en el centro nos dio a un par de personajes memorables en la forma de Joel y Ellie, un contrabandista harto de la vida y una joven ignorante de todos los peligros que suponía el mundo en el que vive. Ambos interpretados de manera magistral por sus actores, Troy Baker y Ashley Johnson.
Aunado a esto su jugabilidad fue bastante pulida, sin dejar de lado que contaba con algunos de los mejores gráficos de la generación de PS3. De verdad fue todo un boom que se mereció todos sus premios y la gran recepción por parte de críticos y audiencias. Claro que cuando se anunció una secuela los fans estuvieron muy expectantes. Por lo menos hasta las filtraciones.
La secuela llegó para dividir al fandom pero manteniendo la gran calidad de Naughty Dog
Siete años después del primer juego Naughty Dog nos dio The Last of Us Part II el cual lamentablemente estuvo rodeado de controversias incluso antes de su lanzamiento. En parte por el crunch al que Naughty Dog sometió a sus empleados para entregar el juego, pero también por filtraciones que se dieron meses antes arruinando varias sorpresas de la historia.
Gracias a estas miles de fans supieron del desenlace de Joel y que jugaríamos mucho tiempo con Abby por lo que trataron de sabotear su lanzamiento y además se lanzaron contra los desarrolladores e incluso la actriz que dio vida a esta nueva personaje. A pesar de todo el odio, The Last of Us Part II se convirtió en todo un éxito financiero además de llevarse varios premios a juego del año.
Si bien la historia no fue del agrado de todos, de nuevo Naughty Dog mostró la calidad que acostumbra entregar con sus trabajos gracias a geniales mecánicas de combate y exploración en escenarios y situaciones bastante detalladas.
Lamentablemente 5 años después incluso quienes defendían a esta entrega ya comenzaron a cambiar de parecer. Aunque realmente no tanto por el juego en sí, sino por Naughty Dog y PlayStation que ya lo quieren meter hasta en la sopa.
The Last of Us Remastered fue la primera señal de una tendencia nada agradable
En 2014 con la llegada del PS4 también tuvimos The Last of Us Remastered, el cual de cierta manera hacía un poco de sentido por la falta de retrocompatibilidad en la consola y además ofrecía un paquete completo con todo y el DLC de Left Behind.
Para nuestra mala suerte esta sólo fue la primera red flag de una tendencia que comenzaría con Naughty Dog para darle remakes y remasterizaciones a ambos juegos que se sienten totalmente innecesarias. Desde entonces ambos juegos ya recibieron sus remasterizaciones, remakes, lanzamientos en PC y más recientemente una experiencia completa que reúne ambos juegos en un solo paquete.
Lo peor de todo es que todas estos relanzamientos no tienen nada que aportar más allá de lo gráfico y quizás un modo adicional en el caso de la segunda parte, pero ambos son juegos que se mantienen muy bien con el paso del tiempo, lo cual deja en claro que es un intento por seguir explotando su vaca lechera hasta que no puedan más y los fans ya se dieron cuenta.
Sólo para entrar en contexto. Naughty Dog nos dio en un espacio de 9 años todos los cuatro videojuegos principales de Uncharted ,mientras que en 12 de años de existencia de The Last of Us hemos tenido dos juegos remasterizados ad nauseam.
¿Culpa de PlayStation que la quiere explotar? ¿Culpa de Neil Druckmann que no sabe qué hacer más allá de esta serie? No lo sabemos pero ya estamos en un punto donde un nuevo The Last of Us generará más apatía que emoción de verdad.
Tanto relanzamiento ya nos hizo olvidar lo que puede hacer Naughty Dog
Quizás lo peor de todo es que Naughty Dog parece haber perdido su estatus como uno de los mejores estudios de la industria debido a esta fijación con The Last of Us. Antes los fans se emocionaban sólo con ver su siguiente proyecto, pero ahora que acaban de mostrar Intergalactic: The Heretic Prophet la respuesta fue entre negativa y tibia.
Al quedarse como perro de un solo truco, las personas ya olvidaron realmente de lo que son capaces. ¿Realmente el equipo detrás de la historia de Joel y Ellie podrá regresar al lado bueno de las audiencias? Porque fuera de remakes y remasterizaciones innecesarias el único otro proyecto que les conocimos fuera de Intergalactic fue su multijugador, Factions II el cual se canceló tras años de trabajo. ¿Será que ya perdieron el toque?
Aún falta tiempo para saberlo porque incluso Intergalactic parece que está a un par de años de distancia y lo más pronto que lo veremos será 2027. Ahora sólo nos queda esperar que este juego sea el detonante para volver a encender la flama creativa de Naughty Dog y que por fin dejen atrás ser ‘el estudio de The Last of Us‘. Ya la historia de Joel y Ellie terminó y repetirnosla una vez cada par de años ya nos quitó las ganas de saber más de ella. Mejor que se enfoquen en darnos otras cosas igual o hasta más memorables.
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